El desarrollo psicológico en la etapa infantil es fundamental en la evolución global del ser humano, ya que durante la infancia se asientan las bases del desarrollo posterior del individuo (lenguaje, cognición, habilidades motoras…) y se establecen los primeros vínculos afectivos con la familia, así como la socialización a través de la escuela y el grupo de amigos.
Los problemas más característicos que aparecen en la infancia suelen ser:
Problemas relacionados con la adquisición de repertorios básicos: lenguaje, autocontrol, autonomía, control de esfínteres (enuresis y encopresis).
Instauración de hábitos alimentarios saludables.
Trastorno del sueño: insomnio, pesadillas, terrores nocturnos, problemas a la hora de irse a dormir, despertar temprano…
Trastornos de ansiedad: ansiedad por separación, fobia escolar…
Problemas de conducta: oposicionismo, agresividad, rabietas, conducta desafiante, negativismo.
Dificultades en la lectura, escritura y/o razonamiento numérico: dislexia, discalculia…
Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
Dificultades de atención, percepción, concentración y memoria.
Problemas viso-perceptivos, de motricidad fina y gruesa y lateralidad.